Requisitos generales de agua de laboratorio

El agua se utiliza en todo el laboratorio en una multitud de técnicas y aplicaciones diferentes. Desde el lavado de la cristalería hasta el llenado del autoclave, el agua es un reactivo común.

Lavado de cristalería

Esta es una práctica de rutina en la que la cristalería y los instrumentos se pueden lavar a mano o con equipo diseñado específicamente. El agua tipo III es suficiente para la mayoría de las aplicaciones, sin embargo, para técnicas más sensibles, se debe usar agua tipo II. Para aplicaciones más críticas, como cultivo celular, ICP-MS o métodos clínicos, el material de vidrio debe lavarse con agua ultrapura de tipo I.

Baños María

Los baños María se encuentran en muchos tipos de laboratorios. Habitualmente se suele pensar que el agua potable será suficiente para calentar los baños, ya que el objetivo es mantener las temperaturas constantes y reguladas. Si bien esto es cierto, el ensuciamiento será un problema importante y afectará el mantenimiento y la vida útil del producto. Por otro lado, si el agua es muy pura, puede producirse óxido. Por tanto, el agua de tipo III es suficiente para calentar los baños.

Abastecimiento de Autoclave

 Los autoclaves se utilizan en aplicaciones médicas para esterilizar equipos. Esto se hace sometiendo los artículos a vapor a alta presión para obtener temperaturas del agua superiores a 100 ° C.

Generadores de vapor

Los generadores de vapor se utilizan en una variedad de aplicaciones, incluida la humidificación de salas blancas, autoclaves y esterilizadores. La mayoría de los generadores de vapor se benefician del tratamiento previo del agua para evitar la acumulación. El agua de tipo III se puede utilizar para generadores de vapor, sin embargo, si se utiliza vapor en servicios de desinfección en hospitales, algunas autoridades recomiendan verificar las especificaciones estrictas para cada aplicación.

Impacto del agua

El agua es importante en muchas áreas del laboratorio. Si bien generalmente nos enfocamos en la técnica en sí, el agua que se usa en los procesos generales de laboratorio, como el lavado de cristalería, es tan importante como las impurezas en el agua que pueden afectar las aplicaciones críticas de contaminación.

La mayoría de los casos en los requisitos generales de laboratorio deben tener en cuenta el efecto de las incrustaciones utilizando agua potable simple. Las impurezas en el agua afectarán la eficiencia, el mantenimiento y la vida útil del producto. El agua tipo III ayuda a mitigar estos problemas.