Dos recomendaciones fundamentales para la purificación de agua en laboratorio.

En el laboratorio, el agua es quizás el reactivo más importante (y su posición como solvente universal significa que probablemente también esté presente en muchos otros reactivos que usa). Las impurezas, por otro lado, suelen ser sus enemigos. Debe usar agua, con diferentes niveles de pureza, para diferentes aplicaciones, para evitar problemas causados ​​por contaminantes (mientras minimiza el costo financiero). El tratamiento previo del agua es una excelente manera de obtener suficiente agua para una amplia variedad de aplicaciones de baja pureza, y puede usarlo en pasos de purificación adicionales para las aplicaciones más exigentes. El tipo de pureza requerida depende de la aplicación para la que está destinada el agua, y puede ahorrar dinero eligiendo el tipo correcto. Siga leyendo para obtener más información sobre estas dos tácticas de reducción de costos.

Recomendación 1: Realice un pre tratamiento de su agua para reducir costos. 

Asumamos que el agua llegó al grifo. Dejó el océano o las aguas subterráneas, pasó por modernas instalaciones de tratamiento de agua y una extensa red de tuberías. Puede tomar una pequeña muestra de esta agua y purificarla a altos niveles de pureza, pero una opción más económica y eficiente es comenzar con un pretratamiento, que lleva grandes cantidades de agua a un nivel de pureza que ya es apropiado para algunos usos, como la preparación de reactivos. Esto le permite aprovechar las ventajas económicas de la báscula y le impide usar agua más cara, para aplicaciones menos nobles, como materiales de limpieza, por ejemplo. Puede usar esta agua como precursor de niveles más altos de purificación. Para pretratar el agua, pasa grandes volúmenes a través de filtros de profundidad, que eliminan partículas de tamaño nominal. Otra tecnología es el carbón activado (CA), que es relativamente económico (y lo verá en las mochilas de muchos excursionistas hoy para emergencias) y puede usarlo para eliminar el cloro, la cloramina y los productos orgánicos.

Recomendación 2: Elija una opción de tratamiento de agua según sus necesidades

Después de pretratar el agua, tiene varias tecnologías que se pueden aplicar para eliminar diferentes impurezas.

La elección depende de la aplicación en la que se utilizará el agua:

  • Osmosis inversa (OR): utiliza membranas semipermeables para eliminar más del 95% de contaminantes iónicos y orgánicos. Los gases disueltos no se eliminan.
  • Intercambio iónico (DI): cartuchos o cilindros que contienen resina (esferas porosas pequeñas). Necesitan un reemplazo regular, pero son relativamente económicos. Otros contaminantes, como las bacterias, permanecen.
  • Electrodesionización (EDI): combina las características de OR e intercambio iónico.
  • Filtración: filtros más finos que los utilizados en el pretratamiento. Eliminan coloides, bacterias y partículas y, con los mejores filtros, puede eliminar ARNasa, ADNasa, endotoxinas y productos orgánicos.
  • Foto-oxidación por lámpara ultravioleta (UV).
  • Destilación: elimina los contaminantes que no se evaporan con agua.
  • Desgasificación: utiliza una membrana hidrófoba y una fuente de vacío para eliminar gases como CO2 y O2.
  • Filtros de ventilación: se instalan en los depósitos para evitar que entren contaminantes en el agua almacenada.